Que la situación actual de los mercados no es la mejor todos lo tenemos muy claro, lo complicado es el debate sobre las causas que la han producido y las soluciones para salir de ella.
Hay corrientes que achacan la crisis a la codicia de los agentes del sistema financiero y el poco control de los mismos por parte de los gobiernos, otros culpan a la burbuja inmobiliaria, así hasta miles de causas que han provocado esta situación.
Todas las soluciones pasan por inyectar dinero al sistema, activar el consumo, incrementar la confianza en el mercado, etc. Pero todavía no he escuchado ninguna solución que pase por invertir en formación ni en realizar cambios serios y contundentes en el sistema educativo.
Hasta ahora los cambios del sistema educativo han venido en paralelo a los cambios de gobierno y ha supuesto que en España, desde la implantación de la democracia, se hayan realizado 6 o 7 grandes cambios: la LGE (Ley General de la Educación), un modelo que se centraba en la enseñanza secundaria; la LOECE (Ley Orgánica del Estatuto de Centros Escolares), modificándose las competencias y responsabilidades en materia de educación que pasaban a ser gestionadas por las propias Administraciones Autonómicas; la LODE (Ley Orgánica de Derecho a la Educación) que mantenía la estructura EGB-BUP, introdujo la obligatoriedad y gratuidad de la educación hasta los 14 años e incorporó novedades como el sistema de colegios concertados y la figura del consejo escolar; la LOGSE (Ley de Ordenación General del Sistema Educativo), que garantizaba el derecho a la educación, reducía el número de alumnos por clase y dividía los ciclos académicos en Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria, ESO y Bachillerato (como ciclo no obligatorio); la LOPEG (Ley Orgánica de la Participación, la Evaluación y el Gobierno de los Centros Docentes), una ley que otorgaba a los colegios una mayor autonomía en su gestión interna y obligaba a los concertados a admitir a alumnos pertenecientes a minorías sociales; la LOCE (Ley Orgánica de la Calidad de la Educación); la LOE y ahora la reforma exigida para cumplir los acuerdos de BOLONIA.
Lo curioso es que todos estos cambios han estado orientados fundamentalmente a la gestión del centro, a las competencias autonómicas, a la gratuidad del sistema, a la obligatoriedad de estancia en el centro (nadie puede creer que la educación de nuestros niños y niñas pueda mejorar haciendo que la escuela primaria tenga cinco o siete años de duración, o que la secundaria tenga tres, cuatro o cinco años, como si la verdadera educación estuviera relacionada mas con la “cantidad” que con la “calidad”), etc. Pero las pocas reformas realizadas sobre la forma de enseñar y las exigencias han dejado mucho que desear: el paso de curso con 4 asignaturas, la evaluación por ciclos en lugar de cursos y otras muchas que lo que han conseguido es minar la calidad de la educación.
Se ha trabajado poco en la calidad del profesorado, en el material pedagógico, las infraestructuras de los centros y sobre todo en los métodos de enseñanza. Desde mi punto de vista, la problemática actual de la educación se ha producido por:
1.- Los métodos de enseñanza actuales se han basado en que el profesor exponga y los alumnos copien y memoricen sin permitir la expresión del estudiante ni la retroalimentación.
2.- La poca motivación del profesorado producida por su escaso reconocimiento social, la mínima inversión en su reciclaje y por carecer de un sistema de incentivos en su trabajo.
3.- La escasa motivación de los alumnos y su poco interés por aprender en el método actual de enseñanza unidireccional.
4.- La escasez de recursos para enseñar. La mayoría de centros sigue trabajando sólo con tiza y pizarra cuando las nuevas tecnologías aportan infinitas posibilidades.
5.- El sistema de evaluación basado en la nota de un examen en un momento puntual.
6.- La escasa implicación de los padres en la evolución educativa de sus hijos. Ahora lo más importante es que los hijos aprueben y pasen de curso en lugar de que aprendan de verdad, y, lo que es peor, la creencia de que toda la responsabilidad educativa recae en el colegio y no nos preocupamos en servir de ejemplo para ellos. A este respecto hay un anuncio de la organización child friendly que nos puede hacer pensar: lo que los niños ven es lo que hacen:
Para finalizar es importante profundizar un poco más en los métodos de enseñanza, ya en 1970, Edgar Dale, un pedagogo estadounidense desarrollo un modelo de análisis sobre el aprendizaje llamado “cono de la experiencia” en el cual se puede observar que los métodos menos efectivos son la lectura, las clases orales de un profesor, las imágenes de la pizarra, etc., en cambio los métodos más efectivos son los debates, las simulaciones y sobre todo el experimentar las cosas. Ahora parece que la reforma de Bolonia aplicada al mundo universitario va hacia esto, esperemos que dé buenos resultados y se aplique lo antes posible a los centros escolares. Aquí dejo un interesante video sobre la crisis educativa emitido en el programa redes:
1 comentario:
Muy bueno este artículo, estamos en 2012 y todo sigue igual o peor!!
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