Sumidos
en plena era de la revolución tecnológica, en la bautizada como Revolución de
las Comunicaciones, es una obviedad afirmar lo que muchos aprendimos en
nuestros primeros años de carrera: “en la empresa todo comunica”. Y yo
añadiría “pero ahora más”.
La “2.0”
ha provocado la multiplicación del número de canales y son infinitas las
herramientas de comunicación, a modo de aplicaciones, que surgen día a día al
calor de los sistemas operativos. Recomendaciones, consejos, críticas... todo
al alcance de nuestro smartphone.
Lamentablemente,
y aunque las cosas cambian poco a poco, la coyuntura en la que nos encontramos
y la idiosincrasia del tejido PYME español provoca que muchas empresas de
nuestro país vivan de espaldas a lo que es la nueva manera de entender la
sociedad de consumo actual.
Esta
situación se multiplica en el sector de la educación que siempre ha vivido de
espaldas, ya no sólo a las herramientas de marketing y comunicación que les
permitiera la captación de alumnos, sino a las herramientas de gestión
empresarial en general.
Hemos de
tener en cuenta que en este sector, salvo honrosas excepciones, se han dedicado
a despachar plazas, más que a comercializarlas, por lo que nunca le ha sido
necesario invertir en herramientas que transmitieran la calidad de su producto,
ya que siempre lo han tenido vendido.
La excusa
ha sido perfecta para los colegios: “no podemos asociar la venta de
productos a la educación”, “la educación va mucho más allá que una mera
transmisión monetaria”... Discursos muy populistas que han fomentado la
perdida de calidad del producto educativo, ante la falta de competencia entre
centros.
En la
actualidad la situación ha cambiado: el estado está frenando y retrasando cada
vez más las suculentas subvenciones y la tasa de natalidad está bajando a un
ritmo vertiginoso. Los centros educativos de todos los tipos (centros de
educación infantil, academias, colegios privados bilingües, universidades privadas...),
que se multiplicaron exponencialmente en época de bonanza, se han encontrado de
repente con una gran competencia, sin subvenciones, sin alumnos, con grandes
cargas estructurales y sin preparación empresarial.
Si en el
ámbito de la gestión empresarial nos encontramos así, en el ámbito de la
comunicación imagínense dirigirse a un centro a explicarle a su director que
tiene que desarrollar una Estrategia de Comunicación. La respuesta de director
es siempre la misma: “si, hay una revista en el colegio, que la lleva
una profesora..., e hicimos una página
web...”.
Evidentemente
fijar la Estrategia de Comunicación de un centro va mucho más allá de mostrar
el festival de final de curso con los pequeños vestidos de gnomos y el viaje de
los de secundaria a Palma de Mallorca o la fabulosa medalla de oro en judo que
ha obtenido Pepito Pérez en la olimpiada escolar...
Diferenciarse desde el ámbito de la comunicación
Para
realizar una auditoría de los elementos de comunicación debemos fijarnos
principalmente en la Identidad de Marca y en la Imagen Corporativa. Ambos
aspectos son fundamentales para conocer la imagen que se proyecta hacia el
exterior.
Un
elemento identificativo del centro es su logotipo, es el sello de la marca, la
esencia del centro, el elemento que recoge a través de la imagen el ideario del
colegio. Quizá sea momento de renovarlo, actualizarlo o modificarlo. Pero no
solo es importante cómo es, sino que igual de fundamental es su uso. El centro
debe de tener un Manual de Identidad Corporativa que exponga, entre otras
muchas cosas, la utilización correcta del logotipo y su aplicación en los
diferentes soportes: uniformes, material escolar, comunicados...
Otro de
los aspectos a cuidar es el uniforme de los alumnos y del personal del centro,
ya que son elementos que transmiten la imagen de marca. De puertas para fuera,
es un elemento comunicativo que puede aportar puntos positivos a la imagen de
marca que tenga el centro. Un elemento fundamental y que suele descuidarse
bastante es la señalización del centro y señalética, ya que una correcta
señalización transmite organización y orden. Todos estos elementos
comunicativos deben conjugarse alrededor de la identidad y cultura corporativa
del centro. Los valores y el ideario del centro deben de transmitirse a los
propios alumnos, ya que ellos son parte de la imagen de marca del centro. Por otra
parte, cada organización educativa debe contar también con un plan de
Responsabilidad Social Corporativa, que fomente entre los trabajador un
sentimiento de pertenencia. Todos los elementos comunicativos son importantes,
pero más, si cabe, lo es la información. Mantener informados a todos los
públicos evita muchos problemas futuros. Es necesario y primordial mantener un
flujo continuo de comunicación tanto interna como externa, y para ello deben de
analizarse y detectarse posibles fallos de comunicación horizontal y vertical. A
través de los fallos de comunicación suelen surgir los rumores. En la mayoría
de ocasiones no se actúa correctamente frente a la rumorología. El “ya se
cansarán” o “ya pasará” y no actuar perjudica más que beneficia, y más en este
sector. Ante cualquier rumor lo mejor es atajarlo. Si queremos evitar la
espiral del silencio y hacer que un rumor se vaya haciendo cada vez más grande
debemos atajarlo de inmediato, confirmando lo que sea cierto y negando aquello
que no lo sea, con claridad, concisión y brevedad. De esta forma, se transmite
transparencia y seguridad en la gestión de conflictos.
Comunicar
a 360º
La
comunicación de un centro educativo debe ser integral, de 360º, y debe de ser
extendida entre todos los públicos. Para ello, lo mejor es contar con ellos
como parte fundamental del proceso comunicativo. Y eso se consigue ofreciendo
un producto/servicio de calidad y bien gestionado. Si es así, los alumnos
hablarán en casa o con sus amigos de su centro y los padres también lo harán
entre sus amistades. Además, si están correctamente motivados, el personal del
centro se sentirá también parte de la organización. Pero la comunicación no
solo se basa en el boca a boca, y más en estos tiempos. Ahora la Comunicación
2.0 también ha llegado a los centros educativos y debe cuidarse, fomentarse y
emplearse para mejorar y optimizar la gestión.
La
utilidad de la web 2.0 no tiene límites. Puede servir como fuente de
documentación para medios de comunicación, puede, incluso, crear foros de opinión
y debates extrapolables al entorno no virtual... Pero para ello, es necesario
contar con una parte fundamental de nuestro centro: el equipo del centro es un
pilar básico para poner en marcha esta estrategia. El profesorado debe
implicarse en dicha comunicación. Además, tener un profesorado de calidad,
mediático, que sea capaz de participar en cualquier foro...aumentará el
prestigio del centro.
Es obvio
que la comunicación es pieza clave en cualquier organización, pero más en un
centro educativo, ya que la comunicación puede llegar a ser empleada como una
herramienta de venta puesta al servicio de la captación. Si el usuario y el
pagador perciben una imagen del centro positiva, con un producto de calidad,
una enseñanza diferencial, que es un centro dinámico, que se preocupa de
mejorar e innovar constantemente, los esfuerzos comunicativos se transformarán
en ventas; lo que implica más alumnos, más matriculaciones, y por tanto, seguir
trabajando en la estrategia de comunicación, innovando y creando nuevas
sinergias con todos los públicos.
1 comentario:
Muy cierto lo planteado por usted. La comunidad académica no puede permanecer de espaldas a estas realidades; por el contrario, debe adecuarse para hacer de su oferta curricular una opción atractiva y competitiva dentro del mercado educativo. El interés por la captación de clientes y financiadores se ha vuelto más activa, y las universidades deben aplicar técnicas de gestión empresarial que les conduzcan hacía la optimización de resultados, a través de la calidad en los servicios que ofrecen. En este sentido, las universidades sajonas tienen una amplia experiencia que las convierten en centros generadores de recursos y riqueza, expresados en capital, patentes y prestigio institucional. Sin embargo, es interesante que en el ámbito hispánico, específicamente en España se hayan dado pasos tan importantes en este aspecto. Agradecido. Mario Contreras Promoción de un servicio educativo
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